Precaliente el horno a 180ºC.
Pele y corte los boniatos en rodajas finas, de ½ cm de grosor aproximadamente.
Coloque las rodajas de boniato en un tazón, rocíelas con 1 cucharada de aceite vegetal y revuelva para que todas queden cubiertas.
Engrase ligeramente un molde de 22 cm.
Cubra los lados del molde con rodajas de boniato, cortándolas por un lado para que tengan la altura requerida y colocándolas con el lado cortado hacia abajo.
Coloque las demás rodajas de boniato en el fondo del molde, formando círculos concéntricos ligeramente superpuestos.
Hornee durante 20 minutos, hasta que las rodajas de boniato estén ligeramente tiernas.
Retire el molde del horno y colóquelo sobre una rejilla.
Aumente la temperatura del horno a 190ºC.
Caliente a fuego medio 1 cucharada de aceite en una sartén antiadherente grande.
Agregue la cebolla y saltee durante unos 3 minutos.
Añada la espinaca y saltee durante 3 minutos.
Retire la sartén del fuego y deje refrescar.
En un tazón mediano mezcle la leche, la sal, la pimienta, el pimentón y los 4 huevos.
Coloque las espinacas salteadas en la base.
Vierta la mezcla de leche, condimentos y huevo sobre las espinacas.
Espolvoree con el queso Feta desmenuzado.
Hornee durante 35 minutos, hasta que la mezcla de huevo esté firme.
Deje reposar 5 minutos antes de cortarlo.
Sirva el quiche de espinacas y queso Feta caliente o a temperatura ambiente.