Un bizcocho de nata es un clásico de la repostería que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares. Su textura suave, su sabor delicado y su sencillez lo convierten en el acompañamiento perfecto para un café o té por la tarde, o en el broche de oro de cualquier comida. Este bizcocho es uno de esos dulces que, a pesar de su aparente humildad, siempre consigue arrancar sonrisas y satisfacer a los paladares más exigentes.
La magia de este bizcocho reside en la nata, que le aporta una humedad y una ligereza inigualables. A diferencia de otros bizcochos que pueden resultar secos, el bizcocho de nata se deshace en la boca, dejando un regusto cremoso y una sensación de confort. Además, su versatilidad es asombrosa: puedes disfrutarlo solo, espolvoreado con azúcar glas, o acompañarlo con frutas frescas, chocolate o mermelada.
Preparar un bizcocho de nata es una experiencia gratificante, apta para reposteros de todos los niveles. Con ingredientes básicos que seguramente ya tienes en tu despensa, y unos pocos pasos sencillos, podrás crear una obra maestra casera que deleitará a todos. ¡Anímate a hornear esta delicia y a compartir su sabor con tus seres queridos!
Bizcocho de Nata Casero
Indice de contenido
Esta receta es para un bizcocho de nata clásico, sencillo y delicioso.
Ingredientes
- 3 huevos grandes
- 200 g de azúcar
- 200 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 250 g de harina de trigo para todo uso
- 1 sobre de levadura química (16 g)
- Ralladura de 1 limón (opcional)
- Una pizca de sal
- Mantequilla y harina para engrasar el molde
Cómo preparar Bizcocho de Nata
- Precalentar el horno: Pon el horno a precalentar a 180∘C (350∘F) con calor arriba y abajo.
- Preparar el molde: Engrasa un molde redondo de unos 22-24 cm de diámetro con mantequilla y espolvoréalo con harina, asegurándote de cubrir bien toda la superficie. Retira el exceso de harina golpeando ligeramente el molde.
- Batir los huevos y el azúcar: En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla clara y espumosa. Esto es importante para que el bizcocho quede esponjoso. Puedes usar una batidora eléctrica para este paso, batiendo durante unos 5-7 minutos a velocidad alta.
- Incorporar la nata: Añade la nata líquida a la mezcla de huevos y azúcar. Bate a velocidad baja hasta que se integre por completo.
- Añadir los ingredientes secos: Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Incorpora estos ingredientes secos a la mezcla de forma gradual, usando una espátula o varillas manuales, y con movimientos suaves y envolventes. No batas en exceso, solo hasta que no queden grumos de harina. Si decides usar ralladura de limón, añádela en este punto.
- Verter la masa: Vierte la masa en el molde previamente preparado, distribuyéndola de manera uniforme.
- Hornear: Introduce el molde en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 35−45 minutos. El tiempo puede variar según el horno, así que estate atento. Para saber si está listo, pincha el centro del bizcocho con un palillo; si sale limpio, está cocinado.
- Enfriar: Una vez horneado, saca el bizcocho del horno y déjalo reposar en el molde durante unos 10 minutos. Después, desmolda con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo y servirlo.
Consejos adicionales
- Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para una mejor emulsión y una textura más uniforme del bizcocho.
- No abras el horno antes de que hayan pasado al menos 25−30 minutos para evitar que el bizcocho se baje.
- Puedes espolvorear el bizcocho con azúcar glas una vez que esté frío para decorarlo.
- Si te gusta el toque cítrico, puedes añadir ralladura de una naranja en lugar de la de limón.
- Para un bizcocho aún más jugoso, puedes calar ligeramente el bizcocho con un almíbar hecho con agua, azúcar y un chorrito de licor (opcional) una vez que esté frío.
¡Espero que disfrutes de este delicioso bizcocho de nata!