Hace unos días conversando con unos amigos mientras nos bebíamos una buena taza de café, salió el tema del consumo de café, las diferentes variedades del mismo y las formas de envasar el café que existían. Y se me ocurrió ponerme a investigar sobre las diferencias entre los distintos tipos de café y las diferentes formas de envasar el café que nos podemos encontrar.
Comencemos por el café instantáneo, que es quizás uno de los más recurridos cuando la prisa nos invade.
El café instantáneo y soluble es un café deshidratado. Lo podemos encontrar tanto en polvo como granulado. Entre sus características principales encontramos que se puede licuar rápidamente en agua caliente.
¿Cómo nace el café instantáneo?
En 1881, un químico estadounidense llamado Satori Kato presentó el primer café instantáneo durante la Feria del Mundo Panamericano.
Sin embargo, el primer impulso para lograr una fabricación comercial fue realizado por los inventores Federico Lehnhoff y George Washington.
Hay insinuaciones de que se inspiraron viendo polvo seco en el borde de una taza de café de plata.
¿Cómo se logra que el café sea soluble?
Para lograr el café soluble se utilizan dos procesos distintos: el secado por aspersión y la liofilización.
En los 2 casos, el tueste del café en grano se hace a menor temperatura (entre 190 y 210 °C) y a continuación el café es molido y solubilizado en agua caliente.
El líquido obtenido se centrifuga y luego se seca.
El secado por aspersión se realiza con aire caliente, mientras que en la liofilización se realiza a bajas temperaturas, o sea, por congelación brusca.
La cantidad de café soluble que se obtiene en cada proceso, es alrededor de la tercera parte del peso del café verde utilizado para su elaboración.
Gracias a Nestlé, que desarrolló su café soluble Nescafé en 1938, las huestes estadounidenses pudieron tomar café en sus puestos de combate durante la II Guerra Mundial.
Diferentes formas de envasar el café soluble
El envasado del café soluble no sólo podemos encontrarlo en cápsulas, en polvo o granulado. Existe también una variedad de café soluble embotellado o enlatado.
El café en bote, es una bebida muy popular en países asiáticos, en especial en Japón y Corea del Sur.
Las máquinas expendedoras incluso suelen tener diversas opciones de café en bote, pudiendo optar también entre caliente y frío.
Dado el rápido estilo de vida de los habitantes de Corea, las compañías que comercializan el café, en este país asiático, han empezado a envasar el café con una amplia variedad de sabores. Ampliando de esta manera las opciones de consumo del cafe liquido envasado. 
En Japón también encontramos una amplia oferta de bebidas elaboradas con café. Las cuales se pueden hallar en envases plásticos, normalmente son azucaradas y mezcladas con leche.
En los Estados Unidos de América, la compañía Starbucks vende sus populares Frappuccino en botellas de cristal, una bebida cuyos ingredientes son leche, café, azúcar y sabores como vainilla o caramelo.
En Australia podemos hallar envases de cafe helado, el cual está disponible tanto en pequeños vasos como en botellas.
¿Conoces alguna otra forma de envasar el café?
