El hummus de calabaza es ideal para servir como aperitivo en cualquier reunión. Combina maravillosamente con pan de pita tostado, crudités de verduras, e incluso como un untable en sándwiches o wraps. Es una forma estupenda de incorporar más verduras a la dieta de una manera deliciosa y sofisticada. La adición de especias cálidas, como la nuez moscada y la canela (opcional), realza el perfil otoñal de la calabaza, haciendo de este hummus una opción perfecta para celebrar las estaciones frías.
El hummus, ese cremoso y nutritivo puré de garbanzos, es un pilar de la cocina de Oriente Medio y se ha ganado el corazón de paladares en todo el mundo por su versatilidad y sus beneficios para la salud. Tradicionalmente elaborado con garbanzos, tahini (pasta de sésamo), zumo de limón, ajo y aceite de oliva, su simplicidad es la clave de su éxito. Sin embargo, la maravilla del hummus reside en su capacidad para transformarse, sirviendo como lienzo perfecto para una infinidad de sabores creativos. Es esta adaptabilidad la que nos permite llevarlo más allá de lo convencional, introduciendo toques estacionales y aromáticos que lo hacen irresistible como este hummus de calabaza.
Con la llegada del otoño y el invierno, la calabaza se convierte en la protagonista indiscutible de la cocina. Su dulzura terrosa y su textura sedosa no solo son ideales para postres y guisos, sino que aportan una riqueza inesperada a preparaciones saladas como este hummus de calabaza. Al incorporar el puré de calabaza a la receta clásica, no solo se obtiene un vibrante color anaranjado que alegra la mesa, sino también una profundidad de sabor que equilibra la acidez del limón y la intensidad del tahini. Esta versión es mucho más que una simple variación; es una experiencia culinaria reconfortante.
Hummus de Calabaza
Ingredientes
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400 g de garbanzos cocidos (una lata estándar, escurridos y enjuagados)
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200 g de puré de calabaza (puede ser de calabaza asada o de lata, no de la mezcla de pastel)
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60 ml de tahini (pasta de sésamo)
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45 ml de zumo de limón recién exprimido (aproximadamente 2 limones)
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30 ml de aceite de oliva virgen extra (más otro poco para servir)
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1 diente de ajo grande
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½ cucharadita de comino molido
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¼ cucharadita de pimentón dulce o ahumado
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Una pizca de nuez moscada (opcional)
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Sal marina, al gusto
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Pimienta negra recién molida, al gusto
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2-4 cucharadas de agua helada o el líquido de la cocción de los garbanzos (para ajustar la textura)
Cómo preparar Hummus de calabaza
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Preparación del ajo y garbanzos (Opcional pero Recomendado): Para un hummus extra cremoso, quita las pieles de los garbanzos si no te importa el trabajo extra. Si quieres un sabor de ajo más suave, puedes asar el diente de ajo junto con la calabaza.
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Procesar los ingredientes base: En un procesador de alimentos, mezcla el tahini y el zumo de limón. Procesa durante 30-60 segundos hasta que la mezcla se aclare y espese (esto ayuda a que el hummus quede más suave).
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Añadir el ajo y las especias: Agrega el diente de ajo, el comino, el pimentón, la nuez moscada (si la usas), la sal y la pimienta. Procesa hasta que el ajo esté finamente picado.
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Incorporar la calabaza y los garbanzos: Añade el puré de calabaza y los garbanzos escurridos. Procesa durante 1-2 minutos, raspando los lados del bol si es necesario.
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Emulsionar: Mientras el procesador sigue en marcha, vierte lentamente el aceite de oliva. Luego, añade el agua helada (o líquido de garbanzos) cucharada a cucharada, hasta alcanzar la consistencia deseada. El hummus de calabaza debe ser suave y muy cremoso.
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Ajustar el sabor: Prueba el hummus de calabaza y ajusta la sal, el limón o las especias según tu preferencia. Si está demasiado espeso, añade un poco más de agua helada.
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Servir: Transfiere el hummus de calabaza a un plato y rocía generosamente con aceite de oliva virgen extra. Puedes decorar con semillas de calabaza tostadas, un poco de pimentón o perejil fresco picado.
