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Mermelada de cerezas

La mermelada de cerezas es una delicia que captura la esencia del verano en cada cucharada. Su color rojo intenso y su sabor agridulce la convierten en un acompañamiento perfecto para un sinfín de platos. Desde untarla en una tostada por la mañana, hasta usarla como relleno para pasteles o galletas, esta mermelada artesanal siempre será un éxito. Prepararla en casa no solo te garantiza un producto fresco y sin conservantes, sino que también es una actividad gratificante que llena la cocina con un aroma irresistible.

Hacer mermelada es una de esas tradiciones culinarias que nos conectan con el pasado y con la naturaleza. Es una forma de preservar la fruta de temporada, extendiendo su vida útil mucho más allá de las pocas semanas que dura su cosecha. Para esta receta de mermelada de cerezas, te recomiendo usar cerezas de buena calidad, maduras pero firmes, ya que el sabor de la mermelada dependerá directamente de la frescura y dulzura de la fruta que elijas.

Aunque la receta es sencilla, requiere de un poco de paciencia para lograr la consistencia perfecta. El punto de cocción es clave para que la mermelada de cerezas no quede ni demasiado líquida ni demasiado dura. No te preocupes si al principio te parece que la mezcla no espesa; el truco está en confiar en el proceso y en la magia de la pectina natural de la fruta. Una vez que domines esta técnica, podrás experimentar con otros sabores y especias, como un toque de canela o un chorrito de licor, para crear tu propia versión única.

Mermelada de cerezas

Mermelada de cerezas

Esta receta básica es ideal para empezar, y el resultado es una mermelada de cerezas con una textura suave y un sabor profundo a cereza.

Ingredientes:

  • 1 kg de cerezas frescas
  • 500-750 g de azúcar granulada (la cantidad puede variar según la dulzura de las cerezas y tu gusto personal)
  • Jugo de 1 limón

Mermelada de cerezas

Cómo preparar Mermelada de cerezas

  1. Preparar las cerezas: Lava bien las cerezas, quítales el tallo y deshuesa cada una. Puedes usar un deshuesador de cerezas, o hacerlo con un cuchillo con cuidado. Si lo prefieres, puedes dejar algunas enteras o cortarlas por la mitad.
  2. Macerar la fruta: En una olla grande, mezcla las cerezas con el azúcar y el jugo de limón. Remueve bien hasta que el azúcar se disuelva un poco. Deja reposar la mezcla durante al menos 30 minutos (o incluso toda la noche en el refrigerador) para que las cerezas suelten sus jugos.
  3. Cocinar la mermelada: Lleva la olla a fuego medio-alto y calienta la mezcla, removiendo constantemente para que el azúcar no se pegue. Cuando comience a hervir, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo. Verás que se forma una espuma en la superficie, la cual puedes retirar con una espumadera si lo deseas.
  4. Probar el punto de cocción: El tiempo de cocción puede variar, generalmente toma entre 25 y 45 minutos. Para saber si está lista, pon un poco de mermelada en un plato frío y llévalo al refrigerador por un par de minutos. Si al pasar el dedo por el centro se forma un surco y no se junta, ¡está lista! También puedes usar un termómetro de cocina; la mermelada estará en su punto cuando alcance los 105°C (221°F).
  5. Envasar la mermelada: Retira la olla del fuego. Con cuidado, vierte la mermelada caliente en frascos de vidrio esterilizados y secos. Llena los frascos hasta el borde, cierra bien la tapa y dales la vuelta (con la tapa hacia abajo) por unos minutos. Esto ayuda a crear un vacío y a sellar la mermelada.
  6. Almacenar: Deja que los frascos con la mermelada de cerezas se enfríen por completo antes de etiquetarlos y guardarlos en un lugar fresco y oscuro. Una vez abiertos, los frascos deben conservarse en el refrigerador.

Mermelada de cerezas

¡Disfruta de tu mermelada de cerezas casera en cualquier momento del año!

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