Esta receta de mermelada de nísperos es sencilla y utiliza ingredientes básicos para realzar el sabor de la fruta. El toque de limón es esencial, ya que no solo previene la oxidación de la pulpa, manteniendo un color vibrante, sino que también aporta el ácido necesario para activar la pectina y garantizar una consistencia perfecta. Prepárate para llenar tu despensa con esta joya casera, ideal para untar en tostadas, acompañar quesos o dar un toque especial a tus postres.
Los nísperos, con su dulce sabor y su ligera acidez, son una de las frutas que marcan el inicio de la primavera. A menudo se disfrutan frescos, pero su temporada, aunque deliciosa, es breve. Es entonces cuando la técnica ancestral de la mermelada entra en juego, permitiendo capturar el espíritu de este fruto y conservarlo para disfrutarlo durante todo el año. Transformar los nísperos en una conserva es una manera maravillosa de aprovechar al máximo su cosecha, evitando que se desperdicien aquellos que están muy maduros.
La elección de hacer mermelada de nísperos va más allá de la simple conservación. Estos pequeños tesoros anaranjados son naturalmente ricos en pectina, una fibra soluble que actúa como gelificante. Esta cualidad intrínseca facilita enormemente el proceso de confitura, permitiendo que la mermelada adquiera esa textura firme y brillante tan deseada sin necesidad de añadir grandes cantidades de espesantes artificiales. El resultado es una mermelada de nísperos que es pura fruta, con un sabor intenso y un aroma floral inconfundible.
Mermelada de Nísperos
Ingredientes
- 1 kg de nísperos (peso de la fruta limpia: pelada y sin hueso)
- 500 g de azúcar blanca granulada
- El zumo de 1 limón grande (50 a 60 ml)
- 2-3 cucharadas de agua (opcional, solo si la fruta está muy seca).
Cómo preparar Mermelada de nísperos
- Limpiar la fruta: Lava bien los nísperos. Este es el paso más laborioso: pélalos, ábrelos por la mitad y retira los huesos y la telilla interior que los recubre. Es importante usar solo la pulpa para la mermelada.
- Macerar: Pesa la pulpa limpia (1 kg). Coloca la pulpa de níspero en una cazuela grande junto con el azúcar y el zumo de limón. Remueve suavemente para que todo se mezcle bien.
- Reposo (Opcional pero recomendado): Deja macerar la mezcla durante al menos 1 hora a temperatura ambiente. Si deseas, puedes dejarla toda la noche en el refrigerador. Esto ayuda a que la fruta suelte su jugo de forma natural, reduciendo el tiempo de cocción.
- Cocción inicial: Coloca la cazuela a fuego medio-alto. Una vez que empiece a hervir, baja el fuego a medio-bajo. Remueve constantemente con una cuchara de madera y retira la espuma que se forme en la superficie con una espumadera.
- Cocción a fuego lento: Cocina a fuego lento durante unos 40 a 50 minutos. Es crucial remover cada pocos minutos para evitar que la fruta se pegue al fondo y se queme. La mermelada estará lista cuando los nísperos se hayan deshecho y el líquido haya reducido y espesado.
- Comprobación del punto (Prueba del plato): Para asegurarte de que la mermelada tiene la consistencia adecuada, enfría un plato pequeño en el congelador. Vierte una cucharadita de mermelada caliente sobre el plato y déjala enfriar un minuto. Pasa el dedo por el centro de la mermelada; si se arruga o se mantiene separada sin que el líquido se junte de nuevo, está en su punto. Si aún está muy líquida, continúa la cocción unos minutos más.
- Envasado: Retira la mermelada del fuego. Si prefieres una textura completamente lisa, puedes triturarla con una batidora de mano. Vierte la mermelada de nísperos caliente en tarros de cristal previamente esterilizados.
- Sellado y conservación: Tapa los tarros inmediatamente y dales la vuelta (boca abajo) sobre un paño de cocina hasta que se enfríen por completo. Esto crea un vacío natural que garantiza una larga conservación. Una vez fríos, gíralos a la posición normal y guárdalos en un lugar fresco y oscuro. Una vez abiertos los frascos, conserva la mermelada de nísperos en el refrigerador.
