Esta receta de crema de calabaza con parmesano es muy sencilla de preparar y te proporcionará un plato increíblemente sabroso y nutritivo. El contraste entre la suavidad de la crema y un toque crujiente al final, como unas semillas de calabaza tostadas o un chorrito de aceite de oliva virgen extra, completa la experiencia. Sigue los pasos y disfruta de esta exquisita y reconfortante crema de calabaza con parmesano.
La crema de calabaza es un clásico reconfortante que evoca la calidez del otoño y la celebración de las cosechas. Es una de esas recetas versátiles que se adapta a cualquier ocasión, ya sea como un elegante entrante en una cena festiva o como un plato principal ligero y nutritivo en una fría tarde de invierno. Su dulzura natural, combinada con una textura sedosa, la convierte en un favorito universal, incluso para aquellos que no suelen ser entusiastas de las verduras.
Para elevar este plato tradicional a un nivel de sabor superior, incorporamos el queso parmesano. La salinidad y el toque umami intenso del queso Parmigiano Reggiano cortan la dulzura de la calabaza de una manera magistral, añadiendo una profundidad de sabor que transforma la humilde crema de calabaza en una experiencia gastronómica compleja. Unas sencillas especias y un fondo de cebolla y ajo son suficientes para crear una base aromática perfecta para la fusión de sabores de esta crema de calabaza con parmesano.

Crema de Calabaza con Parmesano
Ingredientes
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1 kg de calabaza (variedad Butternut o la de tu preferencia), pelada y troceada
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1 cebolla grande, picada finamente
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2 dientes de ajo, picados
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1 litro de caldo de verduras o agua
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100 g de queso Parmesano Reggiano, rallado (y un poco más para decorar)
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50 ml de nata para cocinar (o leche evaporada, opcional para más cremosidad)
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2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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1 cucharadita de jengibre en polvo (o rallado fresco)
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½ cucharadita de nuez moscada
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Sal, al gusto
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Pimienta negra molida, al gusto
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Opcional para decorar: Semillas de calabaza tostadas o unos picatostes

Cómo preparar Crema de calabaza con parmesano
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Sofrito base: En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y póchala hasta que esté transparente, unos 5-7 minutos. Agrega el ajo y el jengibre, y cocina por un minuto más hasta que desprendan su aroma.
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Cocer la calabaza: Incorpora los trozos de calabaza a la olla. Remueve bien para que se impregnen del sofrito. Añade la nuez moscada, sal y pimienta.
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Hervir: Vierte el caldo de verduras (o agua) hasta que la calabaza esté completamente cubierta. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego, tapa y deja cocer a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que la calabaza esté muy tierna y se pueda atravesar fácilmente con un tenedor.
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Triturar: Retira la olla del fuego. Utiliza una batidora de mano o una batidora de vaso para triturar la mezcla hasta obtener una crema completamente lisa y sin grumos. Si la quieres más líquida, puedes añadir un poco más de caldo o agua.
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Incorporar el queso: Vuelve a poner la crema en la olla a fuego bajo. Añade el queso parmesano rallado y la nata (si la usas). Remueve constantemente hasta que el queso se haya derretido por completo y la crema esté caliente y homogénea. Prueba la crema de calabaza con parmesano y ajusta el punto de sal y pimienta si es necesario.
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Servir: Sirve la crema de calabaza con parmesano caliente en cuencos individuales. Decora con un chorrito de aceite de oliva, unas semillas de calabaza tostadas y una pizca extra de parmesano rallado.












