El fricasé de pollo con patatas es un guiso que agrada mucho al cubano, amante de las salsas en las comidas. Puede acompañarlo con arroz blanco y frituras de malanga. Antes de explicarte de qué manera hacemos el fricasé de pollo a lo cubano, que también se le dice pollo en fricasé, quiero contarte algunas cosas con respecto a este plato.
Según lo que parece el fricasé es como un guiso dónde se ha frito alguna carne junto con alguna guarnición. Aunque se afirme otra cosa, hoy en día el término «fricasé» en Cuba se ha ampliado mucho y los ingredientes pueden ser variadísimos.
La cuestión es que lo razonable es que se haga con carne, que esta proteína sea de origen animal y como tal puede ser de res, cerdo, ave, conejo, codorniz, etcétera y que esté acompañada por alguna verdura. Así que, por lo menos para los cubanos, no existe ninguna regla específica ni en los ingredientes ni en su cocción.
Para el fricasé se cocinan los ingredientes y se sirve solo con o sin caldo o acompañado de arroz blanco y ensalada. Es diferente al ragú italiano que, aunque es un guiso afín, se estofan todos los ingredientes durante un largo tiempo de cocción.
Para terminar con esta historia te cuento que en estos días he descubierto que en mi casa comíamos tanto fricasé como ragú y que apenas nos dábamos cuenta de la diferencia. Me imagino que mi abuela, que era la que cocinaba, sí sabía bien la diferencia a la hora de cocinarlos.
En el día de hoy te comparto mi versión del tradicional pollo en fricasé a lo cubano, un plato de singular relevancia en Cuba desde hace siglos. Lo he hecho infinidad de veces y siempre he tratado de que su elaboración fuera lo más fiel posible a la tradicional. Actualmente en Cuba la receta se va adaptando a las posibilidades de cada familia y podrás encontrar miles de variantes, pero seguro que todas estarán riquísimas.
Esta receta la guardo como oro molido porque mi abuela me la mandó con una nota diciéndome que no sabía si era la receta original pero que era la que ella siempre utilizaba. Como a las 3 generaciones de la familia nos ha encantado siempre, he querido compartirla y que la puedan disfrutar muchas personas más.
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A menudo llegamos a nuestra casa ya prácticamente a la hora de cenar y no sabemos qué plato escoger para una ocasión como esta, donde hay prisa y no tenemos nada de adelanto.
Para ello nada más fácil que hacer un fricasé de pollo con patatas, pues ya generalmente lo compro el pollo sin los menudos o si no lo limpio antes de guardarlo en la nevera, al menos es lo que yo hago y me ahorro algún tiempo a la hora de cocinarlo.
Contando ya con este paso que tenemos adelantado, veremos ahora los ingredientes que necesitamos, todos son de fácil adquisición y que normalmente tenemos en casa.
Cómo preparar el fricasé de pollo con patatas
Ingredientes
- 3 o 4 piezas de pollo
- 1 cebolla entera
- ¼ de taza de vino seco o vino de cocina
- 1 ají
- 3 cucharadas de puré de tomate
- 3 o 4 dientes de ajo
- 1 naranja agria o zumo de limón
- 3 cucharadas de aceite vegetal
- 3 o 4 patatas
- Aceitunas
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- En la olla de presión, colocamos el pollo y le añadimos la sal, el zumo de limón, el aceite y reservamos.
- Vamos cortando primeramente el ajo y lo ponemos junto con el pollo.
- Después seguiremos cortando la cebolla, el ají y pelamos las patatas, cortándolas después en trozos no muy pequeños.
- Ponemos en la olla todos los ingredientes ya cortados y le añadimos el vino seco, el puré de tomate, las aceitunas, la sal y la pimienta al gusto, le añadimos ¼ de taza de agua a la preparación completa y colocamos la olla tapada al fuego.
- Una vez transcurridos entre 25 y 30 minutos, destapamos, probamos y si todavía no está, la volvemos a poner por otros 15 minutos.
- Una vez pasado este tiempo, si la salsa está demasiado líquida todavía, colocamos la olla al fuego nuevamente y dejamos que se espese la salsa.
- Servir caliente.
Así ya estará listo y podemos comernos el pollo con las patatas si no quieres acompañarlo con arroz y ensalada.
Sirve el fricasé de pollo con patatas en los platos y decora con unas hojas frescas de perejil o de otra hierba aromática que prefieras. Puedes acompañar este plato con arroz, con cous cous, con unos noodles o sencillamente con una ensalada. De cualquier manera resultará un plato completísimo y satisfactorio para todos los comensales. ¡Que les aproveche!