El mousse de limón es un postre que combina a la perfección la frescura cítrica con una textura suave y cremosa. Este delicioso manjar es ideal para culminar una comida o como un dulce capricho en cualquier momento del día. Originario de Francia, el término «mousse» significa «espuma» en francés, lo que describe a la perfección la ligereza de esta preparación.
El limón, con su sabor vibrante y refrescante, aporta un toque distintivo que lo convierte en un ingrediente favorito en la cocina. Además de ser delicioso, el limón es una excelente fuente de vitamina C y antioxidantes, lo que añade un beneficio nutricional a este exquisito postre. Una mousse de limón no solo encanta al paladar, sino que también ilumina los sentidos con su aroma cítrico y su presentación elegante.
Preparar este postre es más sencillo de lo que parece y no requiere ingredientes complicados. Con unos pocos pasos, podrás deleitar a tus amigos y familiares con una mousse de limón casera que rivaliza con la de cualquier restaurante. ¡Atrévete a probar esta receta y sorprende con un postre irresistible!
Mousse de limón
Ingredientes:
- 3 limones (ralladura y jugo)
- 4 huevos (yemas separadas de las claras)
- 200 ml de nata para montar (crema de leche)
- 150 g de azúcar
- 1 hoja de gelatina (o 1 cucharadita de gelatina en polvo)
- Una pizca de sal
Cómo preparar Mousse de limón
- Preparar la base de limón: En un recipiente, mezcla las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Añade la ralladura y el jugo de los limones. Cocina esta mezcla a baño maría removiendo constantemente hasta que espese. Deja enfriar.
- Hidratar la gelatina: Si usas hoja de gelatina, sumérgela en agua fría durante 5 minutos. Si es en polvo, disuélvela en 2 cucharadas de agua tibia. Añádela a la mezcla de limón tibia y remueve hasta integrarla por completo.
- Montar la nata: Bate la nata hasta que forme picos suaves y resérvala en el refrigerador.
- Batir las claras: En otro recipiente, bate las claras con una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve.
- Incorporar los ingredientes: Con movimientos envolventes, incorpora primero la nata montada a la mezcla de limón y gelatina, luego agrega las claras a punto de nieve, asegurándote de mantener la ligereza de la mousse.
- Refrigerar: Divide la mousse en recipientes individuales o en un recipiente grande y refrigérala durante al menos 4 horas, o hasta que tome consistencia.
- Servir: Decora con ralladura de limón, hojas de menta o incluso frutos rojos para un toque especial. ¡Disfruta!