El puré de zanahoria es una guarnición clásica que a menudo subestimamos. Su color vibrante y su sabor dulce y terroso lo convierten en el acompañamiento perfecto para una amplia variedad de platos, desde carnes asadas hasta pescados a la plancha. Además de ser delicioso, es increíblemente nutritivo, repleto de vitaminas y antioxidantes que contribuyen a una dieta equilibrada.
Preparar un puré de zanahoria excepcional es más fácil de lo que parece. La clave reside en la calidad de los ingredientes y en el equilibrio de los sabores. Con unas pocas zanahorias frescas, un toque de grasa y algunos condimentos básicos, puedes transformar un simple vegetal en una guarnición elegante y reconfortante que encantará a todos.
Ya sea que busques una opción saludable para tu familia, un complemento colorido para tu cena festiva o simplemente un plato reconfortante en un día frío, el puré de zanahoria es una elección fantástica. Anímate a prepararlo y descubre la versatilidad y el encanto de esta humilde pero deliciosa preparación.
Puré de Zanahoria
Ingredientes
- 500 gramos de zanahorias (unas 5-6 zanahorias medianas)
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal (o aceite de oliva si prefieres una opción vegana)
- ½ taza de caldo de verduras o de leche (puedes usar leche entera o una alternativa vegetal como leche de almendras o de avena para un puré más cremoso)
- Sal, al gusto
- Pimienta negra recién molida, al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional, realza el dulzor de la zanahoria)
- Perejil fresco picado para decorar (opcional)
Cómo preparar Puré de zanahoria
- Prepara las zanahorias: Lava, pela y corta las zanahorias en rodajas de aproximadamente 1-2 centímetros de grosor. Se cocinarán de manera más uniforme si tienen un tamaño similar.
- Hierve las zanahorias: Coloca las zanahorias cortadas en una olla mediana y cúbrelas con agua fría. Lleva a ebullición a fuego medio-alto y luego reduce el fuego a medio. Cocina las zanahorias durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén muy tiernas y se puedan perforar fácilmente con un tenedor.
- Escurre las zanahorias: Una vez cocinadas, escurre bien las zanahorias en un colador. Asegúrate de eliminar la mayor cantidad de agua posible para evitar un puré acuoso.
- Haz el puré: Regresa las zanahorias escurridas a la olla caliente (retirada del fuego) o transfiérelas a un procesador de alimentos o a un bol grande si vas a usar una batidora de mano. Agrega la mantequilla (o el aceite de oliva), la nuez moscada (si la usas), sal y pimienta a tu gusto.
- Incorpora el líquido: Comienza a triturar las zanahorias. Poco a poco, añade el caldo de verduras o la leche, una cucharada a la vez, mientras sigues triturando. La cantidad de líquido que necesites dependerá de la consistencia que desees para tu puré. Añade suficiente líquido hasta obtener un puré suave y cremoso.
- Prueba y ajusta: Prueba el puré y ajusta la sal y la pimienta según sea necesario. Si lo deseas, puedes añadir un poquito más de mantequilla para un sabor más rico.
- Sirve: Sirve el puré de zanahoria caliente, decorado con perejil fresco picado si lo deseas.
