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Bizcocho genovés

El bizcocho genovés, conocido por su ligereza y esponjosidad, es una base clásica e indispensable en la repostería tradicional. Su textura etérea lo convierte en el lienzo perfecto para una infinidad de postres, desde tartas de frutas frescas hasta elaboradas creaciones con cremas y mousses. A diferencia de otros bizcochos que dependen de agentes leudantes químicos, el secreto de su volumen reside en el batido meticuloso de los huevos con azúcar, incorporando aire que se expande durante la cocción.

Esta técnica, aunque sencilla en apariencia, requiere de precisión y paciencia. El resultado es un bizcocho que se deshace en la boca, con un sabor suave que complementa a la perfección cualquier relleno o cobertura. El bizcocho genovés es la elección ideal para quienes buscan una base delicada que no opaque los sabores de los demás ingredientes, permitiendo que las frutas, el chocolate o las cremas brillen con luz propia.

Dominar la preparación del bizcocho genovés es un hito gratificante para cualquier aficionado a la repostería. Una vez que te familiarices con el proceso, descubrirás la versatilidad de esta receta y cómo puede elevar tus postres a un nuevo nivel, convirtiendo cada bocado en una experiencia sublime y ligera. ¡Anímate a preparar el bizcocho genovés y sorpréndete con los resultados!

Bizcocho genovés

Receta de Bizcocho Genovés

Ingredientes

  • 4 huevos grandes (a temperatura ambiente)
  • 120 g de azúcar
  • 120 g de harina de trigo para todo uso, tamizada
  • 30 g de mantequilla sin sal (derretida y templada, opcional para mayor jugosidad)
  • Una pizca de sal
  • La ralladura de ½ limón (opcional, para sabor)

Bizcocho genovés

Cómo preparar Bizcocho genovés

  1. Precalentar el horno y preparar el molde: Precalienta el horno a 170°C (340°F). Engrasa ligeramente un molde redondo de 20-22 cm de diámetro y fórralo con papel de horno en la base y los laterales. Si no tienes papel de horno para los laterales, engrásalos y enharínalos bien.

  2. Batir los huevos con azúcar a baño maría (opcional pero recomendado): En un bol grande resistente al calor, combina los huevos, el azúcar y la pizca de sal. Coloca el bol sobre una cacerola con agua hirviendo a fuego bajo (asegúrate de que la base del bol no toque el agua). Con una batidora de varillas, bate la mezcla a velocidad media-alta hasta que esté tibia al tacto (aproximadamente 40-45°C). Esto ayuda a disolver el azúcar y a que la mezcla de huevos monte mejor. Retira el bol del baño maría. Si no quieres usar baño maría, puedes batir directamente, pero el volumen final puede ser ligeramente menor.

  3. Montar la mezcla de huevos: Continúa batiendo la mezcla de huevos y azúcar a velocidad alta hasta que triplique su volumen, esté muy pálida y forme un punto de cinta (al levantar las varillas, la mezcla cae formando un «cordón» que se mantiene en la superficie unos segundos antes de desaparecer). Esto puede tomar entre 8 y 15 minutos, dependiendo de tu batidora. Incorpora la ralladura de limón si la usas.

  4. Incorporar la harina: Tamiza la harina directamente sobre la mezcla de huevos en dos o tres adiciones. Con una espátula de silicona, incorpora la harina con movimientos suaves y envolventes, de abajo hacia arriba, intentando no bajar el aire de la mezcla. Hazlo con paciencia hasta que no queden grumos de harina.

  5. Añadir la mantequilla (si se usa): Si decides usar mantequilla, toma una pequeña porción de la mezcla de bizcocho e incorpórala a la mantequilla derretida y templada en un bol aparte. Mezcla bien hasta que se integren. Luego, vierte esta mezcla de mantequilla de vuelta al bol principal con el resto de la masa. Incorpórala con movimientos suaves y envolventes. Esto es crucial para no bajar el volumen de la masa.

  6. Verter en el molde y hornear: Vierte la masa cuidadosamente en el molde preparado. Extiéndela suavemente con la espátula para que quede nivelada.

  7. Hornear: Hornea durante 25-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Evita abrir la puerta del horno durante los primeros 20 minutos de cocción para que no se baje el bizcocho.

  8. Enfriar: Una vez horneado, retira el bizcocho genovés del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 5-10 minutos antes de desmoldarlo con cuidado sobre una rejilla. Retira el papel de horno y deja que enfríe completamente antes de cortar o decorar.

Consejos para un Bizcocho Genovés Perfecto

  • Huevos a temperatura ambiente: Son esenciales para que monten correctamente y alcancen el máximo volumen.
  • Tamizar la harina: Evita grumos y facilita su incorporación a la mezcla de huevos.
  • Movimientos suaves y envolventes: El secreto para mantener el aire incorporado y lograr la esponjosidad deseada. ¡No batas en exceso una vez añadida la harina!
  • No abrir el horno prematuramente: La variación de temperatura puede hacer que el bizcocho se baje.
  • Enfriado gradual: Un enfriado brusco también puede afectar la textura del bizcocho genovés.

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