El pan es una de mis cosas favoritas para hacer y con esta receta básica de como hacer pan blanco es muy fácil de hacer y sabe delicioso.
El pan es uno de mis alimentos favoritos para hacer. Es rápido de hacer, encuentro que amasar la masa es muy bueno para relajarse y desestresarse, cuando se hornea llena la casa con un delicioso aroma de pan fresco, y no sé si soy sólo yo, pero siempre me siento muy satisfecho conmigo mismo cuando vuelvo a ver la masa después de una hora y encontrar que ha subido.
Esta receta es para un pan blanco pequeño que es lo que prefiero hacer, pero usted puede fácilmente doblar la receta para hacer un pan más grande, o hacer dos a la vez y guardar uno en el congelador.
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Si usted prefiere hacer su pan en un molde, para esta receta yo recomendaría usar uno para un pan de 1 libra.
Cómo hacer pan blanco básico
Tiempo Activo: 15 minutos
Duración total: 45 minutos
Ingredientes
- 300 g de harina de pan blanco fuerte
- 150 ml de agua tibia (aprox.)
- 1 cucharadita de levadura seca de acción rápida
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de aceite de oliva
Cómo hacer pan blanco paso a paso
- Ponga la harina (300 g), la levadura (1 cucharadita) y la sal (1 cucharadita) en un tazón grande.
- Ponga la sal y la levadura en lados opuestos del tazón para evitar que la sal mate la levadura antes de que tenga la oportunidad de trabajar.
- Haz un agujero en el centro y añade la mitad del agua (75 ml), mezclar bien con las manos.
- Continuar añadiendo poco a poco el agua hasta que toda la harina haya sido incorporada a la masa. La masa debe ser ligeramente pegajosa. Si accidentalmente agrega demasiada agua, añada un poco más de harina y mezcle hasta que tenga la consistencia adecuada.
- Unta un poco de aceite de oliva en una superficie de trabajo y amasa la masa en el aceite, sigue añadiendo un poco de aceite hasta que se haya incorporado la cucharada entera. El aceite de oliva ayuda a evitar que la masa se pegue a la superficie y le da sabor al pan. La masa a veces se puede poner pegajosa mientras se amasa, si te mantienes perseverante, mejorará, pero no te sientas tentado a agregar más harina o vas a terminar con un pan seco y pesado.
- Seguir amasando la masa hasta que esté lisa, elástica y si la estiras delante de una fuente de luz podrás ver la luz que entra sin que la masa se rompa.
- Colocar la masa en un recipiente ligeramente engrasado y cubrir con film transparente.
- Dejar reposar durante 12 horas, hasta que la masa se haya duplicado en tamaño. Lo importante aquí es que la masa duplique su tamaño, no el tiempo. La cantidad de tiempo que la masa necesita para subir puede variar en función de la temperatura de la habitación, por lo que si a las 12 horas no se ha duplicado su tamaño, déjala un tiempo más largo.
Pasado este tiempo, continuamos:
- Una vez que la masa haya doblado su tamaño, retírala del recipiente y amasa un par de veces para eliminar todo el aire.
- Dale a la masa una forma ovalada y colócala en la bandeja o molde en que la va a hornear.
- Cubrir ligeramente con un paño y dejar subir durante una hora más hasta que haya doblado su tamaño.
- Precalentar el horno con el ventilador a 200°C.
- Una vez que el pan ha doblado de tamaño, espolvorear con un poco de harina y utilizando un cuchillo muy afilado hacer unos cortes diagonales poco profundos a través de la parte superior, teniendo cuidado de no golpear nada del aire. Estos cortes son importantes porque cuando el pan se cocine, el aire se escapará. Los cortes permiten que esto suceda. Si no hay cortes, el pan se agrietará durante la cocción.
- Hornee durante 30 minutos aproximadamente. Para comprobar si el pan está cocido, gírelo y golpee ligeramente el fondo, si ya está debe sonar hueco.
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