Pizza de pan crujiente con queso

Esta receta de Pizza de pan crujiente con queso tiene una gruesa base, con una textura suave, cubierta con salsa de tomate, queso y hierbas aromáticas.

Para que la base de la pizza de pan crujiente con queso quede gruesa pero suave coloqué primero la capa de queso y encima la salsa de tomate. De esta forma el queso actúa como una barrera para minimizar la humedad.

Al hornear la pizza de pan crujiente con queso en una sartén de hierro fundido, los bordes quedarán dorados y crujientes.

Otras recetas que te pueden interesar: <<Galleta de chocolate>> <<Michelada Chamoy>>

Pizza de pan crujiente con queso

1. Mezcle la harina, la sal, la levadura, el agua y 1 cucharada de aceite de oliva en un tazón grande.
2. Revuelva todo para hacer una masa peluda y pegajosa sin que se vean partes con harina seca. Puede hacerlo con una espátula o con una cuchara o en una batidora usando la paleta.
3. Raspe con la espátula los lados del tazón y forme una bola con la masa.
4. Cubra el tazón con un paño y deje reposar 5 minutos.
5. Destape el tazón y coloque la espátula o sus manos mojadas entre el lado del tazón y la masa, como si fuera a levantar la masa. En lugar de levantarla, estire la parte inferior de la masa hacia arriba y coloque sobre la parte superior. Repita unas 3 o 4 veces más, girando 90° el tazón cada vez que vaya a repetirlo. Este proceso de estiramientos sustituye al amasado.
6. Vuelva a cubrir el tazón con el paño y después de 5 minutos vuelva a repetir el paso anterior. Espere otros 5 minutos y repita; luego de otros 5 minutos, repita por cuarta y última vez.
7. Cubra el tazón con film transparente y deje reposar la masa, sin tocar, durante 40 minutos.
8. Pasado este tiempo coloque el tazón en el refrigerador durante un mínimo de 12 horas hasta un máximo de 72 horas. La masa subirá lentamente a medida que se vaya enfriando, desarrollando sabor.
9. Aproximadamente 3 horas antes de que desee servir su pizza, prepare una sartén de hierro fundido engrasándola con el resto del aceite de oliva. También le servirá una sartén de fondo grueso y apta para horno o un molde para pastel.
10. Transfiera la masa a la sartén y dele la vuelta para que ambos lados queden cubiertos con el aceite.
11. Después de cubrir la masa con el aceite, presione la masa contra los bordes de la sartén, haciendo hoyuelos con las puntas de los dedos en el proceso. La masa puede comenzar a resistir y encogerse, pero es normal.
12. Cubra la sartén y deje reposar la masa durante unos 15 minutos, marque nuevamente los hoyuelos  presionando con los dedos. En este punto, la masa debe llegar a los bordes de la sartén; si no es así, deje descansar otros 15 minutos antes de hacer los hoyuelos por tercera y última vez.
13. Cubra la masa y déjela reposar durante 2 horas a temperatura ambiente. La masa completamente levantada se verá suave y se moverá cuando sacuda suavemente la sartén.
14. Aproximadamente 30 minutos antes de hornear la pizza, coloque una rejilla en la parte inferior del horno y otra en la parte central.
15. Precaliente el horno a 220ºC.
16. Espolvoree la mitad del queso mozzarella sobre la masa. Cubra uniformemente toda la base, sin que se vea la masa para lograr unos bordes caramelizados.
17. Con una cuchara distribuya la salsa por encima del queso. Al poner el queso primero se evita que la salsa se filtre en la masa y la empape.
18. Espolvoree el mozzarella restante.
19. Hornee la pizza en la rejilla inferior del horno durante unos 20 minutos, hasta que el queso burbujee y el fondo y los bordes de la base estén dorados (use una espátula para revisar el fondo). Si la parte inferior está marrón pero la parte superior aún parece pálida, transfiera la pizza a la rejilla superior y hornee de 2 a 4 minutos más. Por otro lado, si la parte superior parece estar bien pero la parte inferior no se dora a su gusto, deje la pizza en la rejilla inferior entre 2 y 4 minutos. Los hornos caseros pueden variar mucho, así que use las señales visuales y sus propias preferencias para medir cuándo se ha logrado el horneado perfecto.
20. Retire la pizza de pan crujiente con queso del horno y coloque la sartén sobre una superficie resistente al calor.
21. Espolvoree el orégano y la albahaca sobre la superficie de la pizza de pan crujiente con queso.
22. Pase con cuidado un cuchillo de mesa o una espátula entre el borde de la pizza y el costado de la sartén para evitar que el queso se pegue mientras se enfría. Deje que la pizza de pan crujiente con queso se enfríe solo unos 2 o 3 minutos.
23. Transfiera la pizza de pan crujiente con queso con cuidado de la sartén a una rejilla o una superficie para cortarla.
24. Sirva inmediatamente la pizza de pan crujiente con queso.