Si tienes una receta de cocina que tú elaboraste y deseas que siempre se prepare igual, es necesario que la estandarices, es decir, que la describas en un formato.
Esto te permitirá aprovechar la materia prima, reducir costos e incluso, determinar el precio de tus platos.
Estandariza tus recetas de cocina
Hay tres formatos para las recetas:
- Estándar: tiene la lista de ingredientes en la parte de arriba y abajo están enumerados los pasos del procedimiento.
- Narrativo: consiste en describir el procedimiento junto con los ingredientes, conforme se vaya necesitando.
- Bloque: en el que los ingredientes están del lado derecho y el procedimiento del lado izquierdo.
La información que deben incluir es:
- El nombre de la receta con letra grande.
- El tipo de alimento es colocado en la parte superior derecha, por ejemplo sopa, ensalada o postre.
- Número de porciones que rinde.
- Ingredientes con su cantidad.
- Procedimiento incluyendo temperaturas y tiempos.
- Diseño y emplatado sugerido.
- Si lo deseas puedes incluir el costo del plato.
Otro tipo de estandarización consiste en aumentar las porciones de una receta ya elaborada. Se realiza con base en el número de comensales que esperas atender, así no prepararás comida en exceso o limitada.
Existen dos métodos:
- el sistemático que consiste en aumentar al doble las cantidades de los ingredientes, practicar la receta y verificar si se obtuvieron las porciones deseadas. Si no fue así, debes repetirla cuantas veces sea necesario. Si el resultado fue satisfactorio puedes seguir duplicando hasta donde lo requieras.
- el método factorial te lo explicaremos con un ejemplo: Tienes una receta original para 6 porciones y deseas hacerla para 15, divide las porciones deseadas entre las que tiene la receta original, el resultado será el factor base (15:6=2,5). Multiplícalo por la cantidad de cada uno de tus ingredientes. Si tus ingredientes son 200 gramos, 100 mililitros, 50 gramos, el resultado te indica a las nuevas cantidades que serán 500 gramos, 250 mililitros y 125 gramos.
Cuando hay ingredientes con especificaciones como piezas o cucharadas pésalos para obtener una cantidad en gramos.
Para ambos métodos registra en el formato de tu elección la receta que hayas obtenido.
Estandarizar tus recetas garantiza un mejor servicio al cliente ya que un plato tendrá siempre el mismo tamaño, presentación y sabor.
Aspectos básicos para elaborar un menú
El menú es un grupo de platos que forman una comida en varios tiempos. Para elaborarlo toma en cuenta los siguientes aspectos: tipo de cliente, ubicación, temporada y giro.
Es importante que definas los gustos y preferencias de tus clientes. Para eso considera edad, horario o tiempo disponible para comer, ocupación, capacidad económica. Por ejemplo, muchos jóvenes estudiantes buscan un menú de preparación sencilla, rápida y económica. En cambio los adultos profesionales están dispuestos a pagar por una comida más elaborada y más cara.
Según la ubicación del establecimiento donde labores adapta tu menú a la disponibilidad de alimentos que hay en la región, considera las preferencias regionales. También toma en cuenta la estación del año y las condiciones climáticas para elaborar tus platos. Elige verduras y frutas de temporada, esto hará que tu menú sea más económico y sabroso. Define el giro del establecimiento, es decir, el tipo de comida que se ofrecerá; por ejemplo: mexicana, italiana o china, entre otras.
Los tipos de menú más conocidos son:
- del día o de la casa
- de degustación
- fijo
- gastronómico
- cíclico
- dietético
Para elaborar el menú toma en cuenta lo siguiente:
- una entrada siempre va antes del plato fuerte
- el plato principal lleva una guarnición
- cualquier comida puede incluir postre
- Para darle variedad combina los colores, hará más atractivo el plato.
- Cambia la salsa base de algunos platos para variar su sabor.
- Modifica los métodos de cocción para que los alimentos tengan distinta consistencia.
- Alterne el plato o ingrediente principal al inicio de cada semana.
- Para darle equilibrio si la entrada es caldosa, el plato principal debe ser seco.
- Después de una comida fuerte o pesada, el postre es ligero.
Un menú bien elaborado hará que tus comensales estén satisfechos con los alimentos que consumen y mantengan su confianza en tu establecimiento.