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Habas a la catalana

Las habas a la catalana, un plato emblemático de la rica tradición culinaria de Cataluña, despliegan una receta de simplicidad encantadora y sabores auténticos. Este delicioso manjar, conocido en el dialecto catalán como «faves a la catalana», se enmarca en la esencia misma de la gastronomía de la región.

Aprovechando la temporada primaveral, cuando la naturaleza se viste con un nuevo resplandor y la tierra ofrece su generosidad, las habas a la catalana adquieren un protagonismo culinario. El escenario es perfecto: las habas, ese ingrediente fundamental, son sembradas durante los meses invernales y, con la llegada de la primavera, se recogen en su plenitud, ofreciendo su frescura y sabor inigualables. La elección de esta temporada para elaborar esta receta no es casual; es un homenaje a la naturaleza cíclica de la tierra y al encanto fugaz de los ingredientes frescos.

Es cierto que, a lo largo del año, cuando los campos ya no exhiben la misma opulencia, aún es posible recrear este exquisito plato de habas a la catalana. Las habas congeladas, un recurso moderno en la cocina, permiten que los amantes de la gastronomía catalana disfruten de esta delicia en cualquier época. No obstante, la experiencia sensorial que ofrecen las habas tiernas y recién recolectadas es irremplazable. La suavidad y el matiz de sabor que brindan las habas frescas son una oda a la autenticidad y a la conexión con la tierra presentes en la gastronomía catalana.

Habas a la catalana

Habas a la catalana

Ingredientes

  • 800 gramos de habas frescas y tiernas
  • 200 gramos butifarra negra
  • 70 gramos de panceta
  • 2 cebollas tiernas
  • 4 ajos tiernos
  • Hoja de laurel
  • 1 taza de vino blanco
  • Caldo de verduras
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto
  • Hueso de jamón (opcional)

Habas a la catalana

Cómo preparar la receta de Habas a la catalana

  1. Comenzamos la preparación pelando las habas. Este proceso, además de ser el primer paso, es un ritual que conecta con la autenticidad de la receta. Para hacerlo, seleccionamos una vaina y, con destreza, identificamos el lugar donde la haba se encuentra. Delicadamente, abrimos la vaina sin dañarla y, con un suave apretón, liberamos la haba. Si se realiza correctamente, la vaina permanecerá intacta, un pequeño logro culinario.
  2. Otra opción es adquirir las habas ya peladas, pero optar por la experiencia de pelarlas a mano añade un toque divertido y genuino. Ya sea en soledad, disfrutando de la serenidad del momento, o acompañado por una agradable charla familiar, el proceso de pelar las habas se convierte en un gesto que honra la tradición.
  3. Continuamos preparando la panceta, que cortamos en dados. Estos trozos se introducen en una cazuela con un suave rocío de aceite, permitiendo que se doren a la perfección y suelten su sabrosa grasa. Añadimos también los ajos cortados. Una vez que la panceta adquiera su dorado distintivo, la retiramos y reservamos.
  4. Las habas, ahora peladas, son lavadas bajo agua para su limpieza. Si optamos por habas en conserva en lugar de frescas, es importante escurrirlas bien, aprovechando el aceite de la conserva para potenciar el sabor de la receta.
  5. La cebolla se convierte en nuestro próximo protagonista. La cortamos y la sofreímos en la misma cazuela que utilizamos para la panceta y los ajos, logrando que adquiera un tono dorado irresistible.
  6. La butifarra negra, cortada en trozos grandes para mantener su forma, se suma a la cazuela. Tapamos el conjunto y dejamos reposar a fuego medio durante unos 10 minutos, permitiendo que los sabores comiencen a entrelazarse.
  7. Las habas, con su color vibrante y su dulce sabor, se incorporan a la cazuela, y ajustamos con sal y pimienta según el gusto. Añadimos también la panceta que habíamos reservado anteriormente.
  8. El ramo compuesto por laurel, romero y menta es introducido en la cazuela. Esta combinación aromática infundirá las habas a la catalana con una gama de sabores y texturas que evocan el bosque mediterráneo.
  9. La receta se enriquece con la adición de un vaso de anís y otro de caldo, que transformarán la preparación en un jugoso y aromático conjunto. La cocción, con su característico «chup-chup», es un momento en el que los ingredientes se fusionan.
  10. Mientras el aroma se esparce, las habas comienzan a arrugarse y a ablandarse, adquiriendo una textura suave y apetecible. El tiempo de cocción suele extenderse entre 30 a 45 minutos, un período en el que los sabores se concentran.
  11. El punto perfecto para las habas se alcanza cuando se vuelven tiernas y arrugadas, invitando a un deleite sensorial. No obstante, siempre es sabio confiar en el paladar y realizar una prueba final antes de concluir.

¡Listo! Las habas a la catalana, con su caldo a elección, están listas para ser servidas. Algunos prefieren una generosa cantidad de caldo, mientras que otros optan por una versión más seca. El gusto personal dicta la presentación ideal.

Como sucede con muchos guisos, las habas a la catalana adquieren mayor riqueza de sabor al reposar, ya sea durante una noche o más. Si la paciencia es limitada, permitirles reposar al menos un tiempo breve antes de servir será beneficioso.

En cuanto a la presentación, las cazuelas de barro ofrecen un toque rústico que complementa a la perfección la esencia de esta receta de habas a la catalana.

Para maridar con este plato, un toque de cava resulta ideal. Además, si eres amante del pan, no olvides tenerlo a mano para saborear cada gota del caldo de las habas a la catalana.

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