Muchos se habrán preguntado de qué forma se aprende a maridar el vino y comida. Querrán saber qué combinaciones de vino y comestibles son las mejores y de qué manera se escoge un vino para un plato en específico. Pues con este artículo queremos compartir contigo algunos aspectos de la cultura del vino.
El maridaje de vino y comida es, probablemente, uno de los puntos que mayores polémicas crea en torno al mundo de la enología. Aunque existe la tradicional fórmula de: “los pescados deben acompañarse con vino blanco y los platos de carne con vino tinto”, esto no siempre es así.
La realidad es que la explosión de nuevas variedades de uvas, bodegas y vinos que hemos vivido en los últimos tiempos, unido al gran instante de manera que vive la cultura gastronómica, han hecho que las cuestiones sobre el maridaje de vino y comida se compliquen enormemente.
Y aunque creo que esto de definir lo que va bien a algo, es bastante personal; sí que es verdad que hay algunas reglas del maridaje que pueden seguirse para no fallar al maridar el vino.
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En el momento de la verdad, escoger unos u otro vino para acompañar a los platos que componen un menú, va a depender del tipo de alimentos que vayamos a preparar, la manera en la que los elaboremos y del gusto personal de nuestros comensales.
Puntos a tener en consideración al maridar el vino
Aunque les exponga estos puntos, recuerda que esto no es una regla infalible y que cada persona, puede a su gusto, variar entre uno y otro vino. Estas sugerencias que te hago nacen de mi propia experiencia.
- Vino joven y sin demasiado cuerpo, es idóneo para platos ligeros, como una lasaña, canelones, raviolis.
- Vinos añejos y potentes, son el complemento ideal de platos de alto voltaje con carne, como un buen asado de cordero.
- Recetas con pescado: vinos blancos con un punto de acidez.
- Para mariscos: vinos blancos con notas florales marcadas.
- Platos de caza: vinos robustos, ya sean jóvenes o bien maduros. Los vinos tintos son el complemento perfecto para carnes de cerdo salvaje, corzo…y los vinos blancos para el faisán, la perdiz y aves por norma general.
- Para las verduras: va a depender de si se sirven crudas o bien cocinadas y, en este segundo caso, de la forma en que se vayan a servir. Si son crudos cuanto menos vinagre utilices, mejor y acompaña con un Sauvignon blanco. Si son a la parrilla un vino blanco de uvas Chardonnay. En todos los casos, vinos y platos deben estar equilibrados.
- Para los entrantes: vinos ligeros que pueden servirse un tanto más fríos.
- Asimismo se puede tomar vino en los postres y no hablamos sólo del vino blanco o del vino dulce. Específicamente, se puede continuar con el vino tinto cuando hay queso de postre, por poner un ejemplo, siempre logrando una combinación adecuada.
- Se pueden hacer ensayos, mucho mejor si los haces solo. No está nada bien presentar a tus convidados un plato que no hayas hecho antes y además, imponerles un vino para acompañarlo que no sabes si le va bien o no.
Para poder comenzar a maridar el vino como un genuino sumiller de restaurante con estrellas Michelín, vas a precisar estar un rato en solitario con vuestra cocina con un buen delantal, manos bien limpias, libro de recetas… En lo que se refiere al vino te lo pondré fácil: la regla de oro, que sirve para todo: lo que sabe bien está bien maridado. No hay que darle más vueltas a cómo maridar el vino, si el vino es bueno, absolutamente nadie se marchará lamentándose de la combinación.