Esta receta de masa de pizza es perfecta y te garantizará una deliciosa pizza que puede salvarte la cena o una fiesta. Puedes elegir libremente los ingredientes que le añadas, desde solamente una salsa de tomate y queso hasta carnes o vegetales.
Con esta base las pizzas desaparecerán de los platos en dos minutos. Es una de las comidas que mejor recibidas son en mi familia. A mis sobrinos también les gusta participar en la elaboración de la pizza «ayudando» a amasar la masa, a esparcir el tomate o espolvorear el queso y además eligen sus ingredientes favoritos. Lo único que no les dejo hacer es cernir la harina y ya se imaginarán el motivo.
Esta receta de masa de pizza es muy fácil de hacer y la masa se puede guardar en la nevera (sin cocer), así que puedes hacerla con anticipación y hornearla en el momento preciso.
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También puedes ahorrar tiempo dejando preparados todos los ingredientes que le vayas a agregar. De esta forma en el momento que necesites hacer la pizza solo utilizarás un mínimo de tiempo en colocarlos y llevar la pizza al horno.
Masa de Pizza
Esta receta de masa de pizza es perfecta y te garantizará una deliciosa pizza que puede salvarte la cena o una fiesta. Puedes elegir libremente los ingredientes que le añadas, desde solamente una salsa de tomate y queso hasta carnes o vegetales.
Ingredientes
- 175 g harina de trigo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- ½ cucharada levadura seca de acción rápida
- ½ cucharadita de sal
- 120 ml de agua (caliente)
Preparación
- Poner la harina (175 g), la levadura (½ cucharadita) y la sal (½ cucharadita) en un tazón grande. Poner la sal y la levadura en lados opuestos del tazón para evitar que la sal reste fuerza a la levadura antes de que tuviera la oportunidad de trabajar.
- Hacer un pozo en el centro y añadir la mitad del agua (60 ml), mezclar bien con las manos.
- Continuar añadiendo un poco de agua a la vez hasta que toda la harina haya sido incorporada a la masa. La masa debe ser ligeramente pegajosa pero no demasiado. Si accidentalmente agrega demasiada agua, añada un poco de harina y mezcle hasta que tenga la consistencia adecuada.
- Unta un poco de aceite de oliva en una superficie de trabajo y amase la masa encima del aceite, siga añadiendo un poco de aceite hasta que se haya incorporado 1 cucharada. El aceite de oliva ayuda a evitar que la masa se pegue a la superficie y además le da sabor al pan. La masa puede a veces llegar a ser muy pegajosa mientras se amasa, sigue amasando con perseverancia que mejorará. No caigas en la tentación de agregar más harina o terminarás con una base seca en la pizza.
- Seguir amasando la masa hasta que esté lisa, elástica y si la estiras delante de una fuente de luz podrás ver la luz sin que la masa se rompa.
- Dejar reposar por 1 1/2 hora (o durante la noche en el frigorífico) hasta que la masa se haya duplicado en tamaño. Lo importante aquí es que la masa se doble en tamaño. La cantidad de tiempo que la masa necesita para crecer puede variar en función de la temperatura de la habitación, por lo que si no se duplica en tamaño, hay dejarla un poco más de tiempo.
- Una vez que la masa haya doblado su tamaño, retírela del recipiente y amasa un par de veces para eliminar todo el aire.
- Precaliente el horno a una temperatura de 220°C.
- Conforme la masa formando un círculo de aproximadamente ½ cm de grosor.
- Cubre con los aderezos elegidos.
- Hornee por aproximadamente 15 minutos, hasta que la corteza esté dorada.
CONSEJO
Para una base realmente bien cocida, coloque una bandeja vacía en el horno hasta que esté caliente. Haga la pizza en una hoja de papel para hornear u otra estera resistente al horno y, antes de cocinarla, coloque la pizza en la bandeja de hornear caliente.
