Las Tetillas de monja son unos deliciosos dulces provenientes de la repostería conventual. Son muy fáciles de hacer y quedan deliciosos.
La repostería tradicional española es una rica muestra de la cultura gastronómica del país. Esta es conocida por sus sabores exquisitos, variados y llenos de historia, que han sido transmitidos de generación en generación. Y es cierto que muchos de estos sabores y recetas surgieron en los conventos españoles, los cuales estaban en su mayoría habitados por mujeres y hombres devotos al Dios católico, que decidían alejarse del mundo para dedicar su vida a la oración y la meditación.
Estos edificios religiosos eran considerados como verdaderos centros de producción de alimentos, pues contaban con huertos, granjas y, por supuesto, con cocinas donde se preparaba la comida para los miembros de la comunidad. Sin embargo, las monjas y frailes de los conventos no solo se limitaban a cocinar platos salados, sino que también se dedicaban a la repostería, creando recetas dulces que se han convertido en un patrimonio culinario de la humanidad.
La repostería conventual se caracteriza por la utilización de ingredientes simples y naturales, como la leche, los huevos, el azúcar, las almendras y la harina, que combinados de manera perfecta, dan lugar a postres llenos de sabor y textura. Además, estas recetas eran creadas con gran dedicación y esmero, ya que para las monjas y frailes, el acto de cocinar era una forma de alabar a Dios y de mostrar su amor por Él.
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Tetillas de Monja
Las tetillas de monja son un dulce muy popular en España y cada región tiene su propia versión de esta delicia. A pesar de su nombre, las tetillas de monja no tienen una connotación sexual, sino que se refieren a la forma peculiar de este dulce que evoca el seno femenino.
En Ávila y Burgos, por ejemplo, las tetillas de monja son unas pastas elaboradas con harina de trigo, huevo, mantequilla y, en ocasiones, almendras o nata. Estos ingredientes son típicos de la repostería de convento, ya que las monjas y frailes eran expertos en la elaboración de dulces y postres.
En Chinchón, una localidad de Madrid, las tetas de novicia son una variación local de este dulce. Según cuenta la leyenda, el nombre se debe a una monja que cansada de los comentarios obscenos de un borracho del pueblo, le dio una pasta con forma de seno y le dijo que ya podía degustar tetas de novicia cuando quisiera. Hoy en día, este dulce sigue siendo muy popular en la zona y son pocos los que se van sin probarlas.
En las Islas Baleares, las mamellas de monja son la versión local de este dulce. A diferencia de las anteriores, no se trata de una pasta, sino de un confite con base de galleta, pasta de almendras y cobertura de merengue. La avellana que corona cada unidad funciona a modo de pezón para darle apariencia de seno. Estas delicias se asocian principalmente a Menorca, aunque también se elaboran en Mallorca.
En definitiva, las tetillas de monja son un dulce muy popular en España y cada región tiene su propia versión de esta delicia. Aunque su nombre pueda resultar curioso, lo cierto es que estas delicias son un ejemplo más de la riqueza y variedad de la repostería española.
Ingredientes de las Tetillas de Monja
- 200 g harina de espelta T80
- 200 g harina de almendra
- 200 g de azúcar
- 3 huevos
- 4 g de polvo de hornear
- Agua
- Sal
- Ralladura de limón
Cómo hacer tetillas de monja
- En primer lugar, es importante que tengamos todos los ingredientes necesarios a mano. Para esta receta, necesitamos harina, huevos, azúcar, mantequilla y polvo de hornear.
- Una vez que tenemos todos los ingredientes, debemos mezclarlos en un bol hasta conseguir una masa homogénea y no muy blanda.
- El siguiente paso es incorporar la masa en una manga pastelera. Para ello, podemos utilizar una cuchara para ayudarnos a introducir la masa en la manga, asegurándonos de que no haya aire en su interior.
- Una vez que la masa está en la manga, comenzamos a formar los pasteles sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno.
- Para ello, debemos colocar porciones de aproximadamente 2 cm de diámetro en la bandeja con ayuda de la manga pastelera. Es importante que dejemos un espacio entre cada porción, ya que la masa se expandirá durante la cocción.
- Una vez que hemos colocado todas las porciones de masa, debemos llevar la bandeja al horno.
- La cocción de estas galletitas es bastante sencilla, ya que solo necesitamos hornearlas durante unos 10 minutos, a una temperatura de entre 160ºC y 180ºC, dependiendo de las características de cada horno. Debemos estar atentos y comprobar el estado de las tetillas de monja durante la cocción, ya que el tiempo de horneado puede variar según el tipo de horno y la cantidad de masa que hayamos utilizado.
- Una vez que las tetillas estén doradas y crujientes, las retiramos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servirlas.
Las tetillas de monja son ideales para acompañar una taza de té o café, y también son una opción perfecta para llevar como merienda al trabajo o al colegio. Anímate a prepararlos y disfrutar de su delicioso sabor.
Entre las recetas más populares de la repostería conventual española, se encuentran las tortas de Alcalá, los pestiños, los alfajores, los huesos de santo, los buñuelos, los panellets, los borrachuelos y los polvorones. Cada una de estas delicias tiene una historia y un sabor especial que las hacen únicas.
La repostería conventual española es un tesoro gastronómico que ha sido transmitido de generación en generación, y que ha sabido mantenerse vigente hasta nuestros días. Sin duda, una muestra más del legado cultural y culinario de España, que sigue deleitando a los paladares más exigentes con sus sabores y texturas únicas.