Desde hace varias semanas estaba buscando un pretexto cualquiera para preparar un ajiaco cubano e invitar a unos amigos portugueses. Hoy se me ha presentado la ocasión en bandeja pues uno de ellos me llamó para que lo ayudara a organizar su cumpleaños.
A pesar de la cantidad de ingredientes que se necesitan, el ajiaco es muy fácil de hacer. Aunque no es un plato para comer a diario, sí es muy popular en los días de fiesta y de reuniones familiares.
Nitza Villapol opinaba que el ajiaco nació de la combinación del cocido español y las viandas cubanas, pero que comenzó a ser verdaderamente cubano cuando se le suprimieron los garbanzos.
En Cuba utilizamos la palabra ajiaco como una forma de decir que está todo mezclado, principalmente en la cocina, cuando son muchos ingredientes diferentes que se utilizan en una receta. Pero también es utilizada en la cultura popular cuando se mezclan diferentes actividades como por ejemplo, en un concierto se anuncian música tradicional, salsa, reguetón, un cuarteto de cuerdas y una soprano.
En la literatura hay algunas referencias al ajiaco como la de la cubana María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlin, escritora radicada en París, que en su libro “Viaje a La Habana” (1844), recuerda que en el primer día de su estancia en Cuba y sentada ante la mesa familiar, quisieron servirle uno de los mejores platos de la cocina francesa y ella lo rechazó a cambio de un “simple ajiaco”.
También Leonardo Padura en una de sus novelas, uno de los personajes asegura que el ajiaco cubano, en cualquiera de sus versiones, “le saca ventaja a la olla podrida, al potpourri francés, al minestrone italiano, a la cazuela chilena, al sancocho dominicano y por supuesto, al borsch eslavo, que casi no cuenta en esta competencia de sabores latinos”.
Desde que empecé a sacar todos los ingredientes mis amigos empezaron a observar todo lo que iba haciendo, no querían perderse ni un detalle de la elaboración. Incluso alguno hasta iba tomando nota de los ingredientes.
Cómo la tarde estaba un poco calurosa para esta época del año, decidí acompañar este ajiaco con unas cervezas bien frías. Qué bien la pasamos y qué rico comimos.
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Según la región del país, existen varios ajiacos, en atención a sus ingredientes y condimentos, pero todos tienen en común que se cocinan en un gran caldero y sin tapar.
Ajiaco cubano
A pesar de la cantidad y variedad de los ingredientes que lleva el ajiaco cubano, su elaboración es simple y es un plato muy saludable. Su resultado es una exquisita mezcla de sabores muy bien armonizados.
Ingredientes
- 1/2 kg de carne de puerco
- 1/2 kg de carne de res
- 1/2 pollo
- 1 lata de maíz dulce o 4 mazorcas de maíz
- 2 malangas medianas
- 2 papas grandes
- 1 boniato mediano
- 1 yuca
- 2 plátanos pintones
- 125 g de calabaza
- 2 tomates
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1/2 cucharadita de comino
- 1/2 cucharadita de orégano
- 2 hojas de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- 1 lima
- 4 cucharadas de puré de tomate
- 2 cucharadas de manteca de puerco
Cómo preparar ajiaco cubano
- Cortar las carne en trozos.
- Pelar y cortar las viandas.
- Cortar en tirillas el pimiento.
- El ajo se puede cortar en trocitos pequeños o en láminas aunque como usualmente se utiliza en Cuba es machacado.
- Una vez hecho esto se pone al fuego una olla grande y se le añade la manteca de puerco.
- Echar a sofreír las carnes para sellarlas.
- Retirar por un momento del fuego para añadir el resto de los ingredientes.
- Agregar agua hasta que cubra todos los ingredientes.
- Poner nuevamente al fuego sin tapar la olla.
- Dejar que se cocine durante unos 45 minutos.
- Rectificar la sal.
- Bajar a fuego lento hasta que se espese.
- Retirar del fuego.
- Servir.
Como ves la receta de ajiaco cubano es muy fácil de hacer y el resultado un plato espectacular.