Esta receta de Sarmale o rollitos de repollo no tiene mayores complicaciones. Sorprenderás a todos con un delicioso y nutritivo plato.
El Sarmale es un plato tradicional de Rumanía, han sido una exquisitez que han perfeccionado a lo largo de décadas de dedicación culinaria. Cada uno de estos bocados rellenos de jugosa carne molida y arroz, cuidadosamente enrollados en hojas de repollo fermentadas son cocinados con esmero. Generalmente se acompaña con polenta y crema de leche o natas.
Estos deliciosos sarmale son unos rollos de carne envueltos en hojas de repollo y se consideran un testimonio de la rica herencia gastronómica rumana. La receta se basa en una cuidadosa combinación de carne picada, arroz y especias, todo enrollado en hojas de col fermentadas. Estos bocados se someten a un lento proceso de cocción en una salsa, preparada con tomate y otros ingredientes.
La elección de carne picada es versátil, pudiendo ser ternera, ave, cordero o cerdo, según los gustos personales. Además, se emplea arroz en lugar del tradicional trigo, junto con cebollas picadas que infunden sabor. El conjunto se sazona con una pizca de pimienta y se adereza con hierbas aromáticas, que aportan un toque distintivo y auténtico.
En regiones vecinas como Turquía y otras zonas de los Balcanes, este manjar se conoce como «sarma», haciendo alusión a su proceso de envolver y enrollar. Aunque comparte similitudes con el Sarmale rumano, presenta ligeras diferencias que resaltan la riqueza de las diversas tradiciones culinarias.
Receta de Sarmale
Ingredientes
- 1 kg de carne picada, compuesta por 700 gr de cerdo y 300 gr de ternera
- 150 gr de arroz
- 20 hojas de col fermentada, cuidadosamente seleccionadas
- 1 cebolla
- 250 ml de tomate natural triturado
- Aceite de oliva virgen extra, al gusto
- Sal, al gusto
- Pimienta, al gusto
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- Perejil, al gusto
Cómo preparar la receta de Sarmale
- Comienza calentando un par de cucharadas de aceite en una sartén a fuego medio.
- Pela una cebolla y córtala en dados finos.
- Añade los dados de cebolla a la sartén y cocina durante 6-8 minutos, o hasta que comiencen a volverse translúcidos y fragantes.
- Agrega el arroz a la sartén y revuelve la mezcla durante un par de minutos, permitiendo que los granos de arroz se impregnen con los sabores de la cebolla y el aceite.
- Luego, retira la mezcla del fuego y colócala en un plato para que se enfríe.
- En un bol, coloca las carnes seleccionadas: 700 gr de cerdo y 300 gr de ternera.
- Salpimienta las carnes según tu gusto.
- Luego, añade el pimentón y el tomillo, y mezcla todo con esmero, asegurando que las especias se distribuyan uniformemente.
- Incorpora la mezcla de arroz y cebolla a las carnes sazonadas y vuelve a mezclar, garantizando que todos los ingredientes se integren perfectamente. Trabaja la mezcla hasta lograr una consistencia homogénea.
- Ahora, toma pequeñas porciones de la mezcla de carne, cada una con un peso aproximado de 45-50 gr.
- Dale a cada porción forma de croqueta y resérvalas en un plato aparte.
- Prepara las hojas de col fermentada: córtalas por la mitad, retirando el tallo central para facilitar su manejo.
- Extiende media hoja sobre una superficie plana, como una encimera o una tabla de cortar.
- Coloca una porción de la mezcla de carne en uno de los lados de la hoja de col extendida.
- Luego, envuelve la carne con la hoja de col, formando un rollito. Asegúrate de doblar los laterales de la hoja hacia adentro para evitar que la carne se escape.
- Repite este proceso con el resto de las porciones de carne y las hojas de col.
- Transfiere los rollitos de carne (sarmale) a una cazuela ancha.
- Agrega el tomate natural triturado sobre los rollitos y luego cúbrelos con agua, aproximadamente 1 1/2 litros.
- Sazona según tu preferencia, tapa la cazuela y cocina los sarmale a fuego suave durante 90 minutos, permitiendo que los sabores se fusionen y desarrollen.
- Retira la cazuela del fuego y deja reposar durante 5 minutos.
- Sirve los sarmale inmediatamente, decorados con un poco de perejil para infundirle una nota de frescura al plato.
Consejo adicional: Si no consigues hojas de col fermentada, no hay problema. Puedes utilizar hojas frescas de col. Para ablandarlas, escáldalas en agua hirviendo con una pizca de sal, eneldo, tomillo y un chorrito de vinagre. Este paso ayudará a que las hojas se vuelvan más flexibles y fáciles de manejar.