Hoy, te invitamos a sumergirte en la alquimia de la cocina y explorar la creación de una torta de manteca que rebosa simplicidad y sabor. Mediante esta receta, fusionaremos la manteca con el frescor cítrico de la ralladura de limón, infundiendo cada capa con un aroma inconfundible y una viveza que estimulará tus sentidos.
Imagina, si te atreves, presentar esta magnífica torta de manteca en tu próxima celebración de cumpleaños o en ese esperado encuentro con amigos para el té. Observa cómo sus ojos se iluminan y sus papilas gustativas se despiertan ante la visión y el aroma de esta obra maestra culinaria, tan sabrosa como la torta de aceite de oliva. La torta de manteca que te proponemos trasciende los límites de lo cotidiano y ofrece una experiencia que sorprenderá incluso a los paladares más exigentes.
¿Y la preparación? No te preocupes, aquí te mostraremos que, aunque puedas pensar que esta torta de manteca es reservada para manos expertas, en realidad, su elaboración es mucho más accesible de lo que podrías imaginar. Los pasos se despliegan ante ti de manera clara y amigable, brindándote la confianza para aventurarte en esta odisea de sabor.
Torta de Manteca
Ingredientes
- 1 huevo
- 50 gramos de manteca
- ¼ de taza de azúcar
- 120 gramos de harina
- 15 gramos de polvo de hornear
- 7 gramos de bicarbonato de sodio
- 1 cucharada de postre de esencia de vainilla
- Ralladura de cáscara de limón, al gusto
- ½ taza de leche
Cómo preparar la Torta de Manteca
- El primer paso es mezclar la manteca y el azúcar colocando la manteca, a temperatura ambiente, en un tazón espacioso.
- Agrega los 50 gramos de azúcar (equivalente a ¼ de taza) y comienza a batir con entusiasmo. Este proceso busca alcanzar una transformación mágica, llevando estos ingredientes a un estado de fusión y suavidad, creando así una crema tentadora que será el corazón de tu torta.
- Una vez que la manteca y el azúcar se han mezclado, es hora de agregar un huevo a temperatura ambiente.
- Añade una cucharada de postre de esencia de vainilla, que aporta una nota aromática, y una medida generosa de ralladura de limón. Esta ralladura de limón imparte un aroma fresco y cítrico que eleva el perfil de sabor de la torta. Si deseas explorar caminos diferentes, esta es tu oportunidad: reemplaza la esencia de vainilla por sabores como coco, almendras o naranja, y considera cambiar la ralladura de limón por la de naranja.
- Bate estos ingredientes a velocidad mínima, permitiendo que se emulsionen con la manteca y formen una sinfonía de sabores.
- Con los sabores fusionados, es hora de añadir la leche a temperatura ambiente. Agrega media taza de leche, equivalente a unos 120 mililitros, a la mezcla, aportando la humedad necesaria para la perfección de la torta.
- Mezcla la harina con el polvo de hornear y el bicarbonato de sodio. Ayúdate de un tamiz o colador fino para agregarla a la mezcla preparada anteriormente. Este paso es esencial para evitar la formación de grumos no deseados en la preparación de la torta con manteca.
- La armonía culinaria es el objetivo, y en este paso, necesitas tu destreza y tu intuición para lograrla. Usa una espátula para integrar todos los ingredientes, ejecutando movimientos envolventes que unan los sabores y las texturas. La clave aquí es evitar sobrebatir la mezcla, ya que esto podría afectar la textura final de la torta.
- Engrasa y enharina el molde que hayas seleccionado, en este caso, elegí uno desmontable de 16 cm de diámetro. Este paso garantiza que tu torta de manteca se desmolde sin problemas y conserve su forma durante la cocción.
- Precalienta tu horno a 180ºC y coloca con cuidado el molde en el interior.
- Hornea durante un tiempo estimado de 25-30 minutos, hasta que la torta se dore y un corte en la parte superior revele su cocción perfecta. Si deseas asegurarte aún más, puedes realizar la prueba del palillo: al insertar un palillo en el centro de la torta debería salir limpio, sin restos de la preparación.
- Una vez que la torta haya completado su tiempo en el horno, retírala y resérvala hasta que alcance la temperatura ambiente. Esta pausa es necesaria para asegurar un desmoldado exitoso.
- Cuando la torta esté completamente fría, es el momento de desmoldarla con cuidado.
- Siéntete libre de decorar la torta de manteca espolvoreando azúcar glas sobre su superficie.
Ahora, con la creación en su forma final, puedes disfrutarla a tu manera. Sirve un trozo de torta de manteca junto con tu infusión preferida y permite que los sabores te transporten a un mundo de placer culinario.
