¿Hay algún alimento natural más dulce? Pues no, la miel es lo más dulce y también es muy buena para el organismo. Los diferentes tipos de miel tienen muchos usos, aunque es en la gastronomía, donde se lucen; ya que aportan muchos beneficios. Y es que, además de contener enzimas que ayudan a hacer la digestión, está repleta de vitaminas y antioxidantes.
Hay diferentes tipos de miel, en dependencia de las especies vegetales que rodean a las colmenas; cada una puede presentar distintas peculiaridades.
Las variedades, tipos y clases de miel son tan extensos como plantas hay en el planeta. Como dato te puedo decir que donde único no hay abejas melíferas es en los polos.
Recetas elaboradas con miel << Zanahorias y chirivías con miel >> << Pollo al limón con miel y habichuelas >> << Rollitos de quesos, pasas y miel en pasta brick>>
La miel es un producto completamente natural, procedente del néctar de las flores. Se obtiene desde hace más de 5 mil años; y es uno de los comestibles más puros, naturales, y saludables que podemos localizar.
Su composición es variable, debido a la enorme pluralidad de flores desde las cuales se obtiene. Cualquier pluralidad de miel es rica en Vitamina A, Vitamina B, Vitamina C, como en minerales.
Como norma, la miel obscura es más rica en vitaminas B, C, y minerales, al paso que la miel más clara, es más rica en vitamina liposoluble de tipo A.
Diferentes tipos de miel: clasificación
Multifloral: Este tipo de miel está hecha a partir de múltiples plantas y por tanto no contiene el sabor específico de ninguna de ellas.
Monofloral: Es en la que el polen de una especie de planta es predominante en el sabor y consistencia de la misma.
Miel de mielada: También conocida como miel de bosque. Es la que no contiene polen de flores; sino que es elaborada con las secreciones de algunas plantas y hasta de las secreciones de ciertos animales.
Dentro de estas tres clases encontramos algunas de las más utilizadas y conocidas; como verás a continuación en esta lista de mieles y sus usos.
Diferentes tipos de miel y sus usos.
Miel de eucalipto: Desprende aromas intensos a eucalipto y ayuda a tu cuerpo a luchar contra los resfriados y catarros.
Miel de tomillo: Tal y como la anterior se emplea contra las afecciones respiratorias y va realmente bien para el estómago; sobre todo cuando tenemos algún desarreglo con la digestión.
Miel de azahar: Es muy relajante y nos ayuda a dormir mejor. De suave sabor, acostumbra a darse preferiblemente a los más pequeños de la casa y a los ancianos.
Miel de romero: De sabor dulzón, resguarda el estómago y ayuda al hígado.
Miel de brezo: Es una de las más ricas en hierro. De forma que nos viene perfecta para cuando estamos algo decaídos y precisamos ganar fuerza.
Miel de encina: Se trata de una miel de mielada, su color es algo más oscuro que el resto de mieles. E igual que la de brezo es rica en hierro y otros minerales; por lo que es idónea para las personas que padecen anemia.
Lo mejor de la miel es que la podemos degustar en el desayuno, con tostadas, pan fresco o galletas. O bien para endulzar la leche o en las comidas aliñando ensaladas y mezcladas en bebidas calientes o frías. A mí, por ejemplo, me encanta el café con miel.
En coctelería es usada en el Smoky Sour por ejemplo. Para las ensaladas puedes hacer una vinagreta con miel y mostaza, que te chuparas los dedos.
¿Precisas energía rápida y segura? Pues andando para el mercado que alguna de estas mieles te va a llenar de fuerza y sabor.